Se mira al espejo, se siente bella porque su amo se lo ha dicho, desde que esta con él, las imperfecciones físicas pasaron a segundo término, Nina se mira sonriente con su larga cabellera y su lindo collar como única vestimenta espera las órdenes de su Amo. Hace poco más de un año que decidió aceptar la esclavitud como su eje de vida, entregándose en cuerpo y alma a su ahora Dueño.
Llego esta mañana a la cabaña, debía de llegar a las 9:00am pero se ha perdido a través de ese camino sinuoso, boscoso y oscuro a pesar de la hora. No sabe bien que fue lo que la estremeció, si el saber que sería severamente castigada por su retraso o el recorrer ese sendero hasta la cabaña.
Al llegar a la puerta encontró una nota “Está abierto, entra dúchate y espera como sabes que es tu condición. Entro, estaba todo muy ordenado, muy limpio y acogedor con la chimenea encendida y café en la estufa. No lo tomo, no tenía permiso de hacerlo.
Subió la escalinata al segundo piso, abrió la primera puerta que encontró y vio que ese cuarto estaba diseñado y con todos lo necesario para una dura sesión de sumisión. Siguió por el pasillo y encontró otra habitación donde había una linda cama y un baño.
Entro, acomodo todas sus cosas como ya antes se lo habían ordenado y se metió a bañar, preparó la tina y se detalló el cuerpo como le gustaba a su Amo, al terminar se sentó en el espejo para detallar su rostro y su pelo.
Absorta en sus pensamientos nunca escucho cuando la puerta principal se abría, pero si escucho los pasos en la escalera, rápidamente se incorporó y como perra que era, salió de la recamara esperando encontrar a su Amo a que terminara de subir, no había nadie, lo que si vio fue un antifaz y una nota que decía “esta noche es diferente y especial, bienvenida a mi casa, baja a la sala, ponte este antifaz, sientas lo que sientas y oigas lo que oigas no te destapes los ojos hasta que yo lo haga”.
Se sintió nerviosa pues esa no era la letra de su Amo, ella la conocía bien pues desde que acepto su condición muchas de sus órdenes las recibía de esta forma. Aun así no dudo y bajo la escalera, se sentó en la alfombra y se cubrió los ojos.
Abrió las piernas lo más que pudo, y puso sus brazos sobre las piernas con las manos abiertas en señal de espera. Apenas había adoptado esta posición empezó a escuchar muchas voces, risas de hombres y mujeres y una linda música que le pareció como de la década de los 20.
Se asombró ya que momentos antes no había nadie en la sala, pensó que quizá su Amo había prendido la televisión o el radio, aunque no recordó haber visto aparato alguno, pero aun así no se movió, no lo tenía permitido.
De repente la sobresalto una caricia en la cara, y una voz de mujer que le decía al oído “Que linda esclava eres, hacía tiempo que no venía una como tú”. Y por el otro lado una voz de hombre que decía “la he observado y es muy obediente”. No era la voz de su Amo, él le había dicho que pasarían las festividades del día de muertos solos en la cabaña que acaba de adquirir, entonces ¿Por qué no le dijo que estaría esta gente ahí?.
La mujer siguió con sus caricias y ella sin moverse, confiaba ciegamente en su Amo y sabía que no sería capaz de permitir que le hicieran daño. La distrajo de sus pensamientos un fuerte dolor en sus pezones, los habían estirado y estrujado varias veces, mientras una mano entraba en el coño de su Señor “Ummm que rápido te has mojado perra me encanta como te activa el dolor”. Así estuvieron un buen rato, combinando caricias suaves con dolorosas. Eso la tenía lista para lo que le pidieran pues sabía que, en parte, ser esclava era sinónimo de satisfacción a terceros.
Le ordenaron ponerse en posición whip y la azotaron, perdió la cuenta de cuantos latigazos le habían dado, los cuales acepto sin quejarse pensando que ese era el castigo por su tardanza. En esta misma posición el metieron un par de consoladores y los prendieron a toda velocidad. Le habían advertido no correrse o continuarían los azotes.
Se sentía observada, pues sabía que no estaban solos, los demás invitados motivaban a los dos Amos a continuar usándola, azotándola, pinzándola y penetrándola. Sentía escurrir sus jugos, sentía que tanto la espalda como la su culo le ardía y lo sentía caliente de los azotes antes recibidos, estaba totalmente entregada. La cambiaron de posiciones un sin número de veces, perdió la noción del tiempo y del lugar, no sabía cuánto es que había transcurrido.
Estaba en la posición de entrega, cuando de la nada, se hizo un silencio sepulcral, al unísono se fueron la músicas y las voces, dejo de sentir las manos que la acariciaban y la azotaban, no entendía que pasaba. De repente, escucho la llave en la cerradura y la voz de su amo llamándola y aclarando el porqué de su tardanza ya que el coche se le había descompuesto a la mitad del camino, y así como se descompuso así mismo empezó a funcionar tiempo después
La vio ahí, en la sala, desconcertada y temerosa después de escuchar al Amo. Él le destapo los ojos y le pregunto por qué la encontraba en esa posición y con el cuerpo marcado; ella empezó a llorar y entre sollozos le conto a su Señor todo lo que había sucedido, él le dijo que no había encontrado a nadie a los alrededores de la cabaña y que además la había elegido por no tener vecinos cerca. Su Amo la abrazo y la consoló sin poder, ninguno de los dos, dar una clara explicación de lo vivido por Nina aquella noche de Muertos. Izel{ADR}
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ResponderEliminarari{} dice: mis 5 puntos para izel{ADR}