El siguiente, aportado por ari_sumi:
mai, la perra
A mai le había costado tiempo asimilar sus sentimientos, llevaban desde siempre dentro de ella, y, al principio, cuando los fue descubriendo se asustó un poco, se vio rara, pero no por ello se cerró, al revés decidió abrirse, entender lo que ella sentía, y mostrarse como ella era siempre.
Un día conoció al que poco a poco se convertiría en su Señor y le haría sacar lo que ella tenia dentro de si, que poco a poco, se daría cuenta de que era más de lo que ella pensaba, eso si, se sentía bien, porque podía ser como ella siempre había sido.
Una tarde Él la llamó, como otras tantas, pero esta vez, le dio unas ordenes estrictas, A las cinco te quiero ver en la cafetería de siempre, eso sí, ven con faldita corta, sin sujetador y sin bragas-le dijo Él, como Usted mandé-contesto mai.
Ella se puso manos a la obra, se depilo, se arreglo, busco una falda roja que tenía y se puso su blusa preferida, esa blusa blanca, con la que se le notaban los pezones, se maquillo, y se decidió a salir de casa.
En el camino ella se iba excitando, se iba poniendo cachonda, sabia ante quién iba a estar, ante su Señor, un cosquilleo le corría por el estómago, y le volvía a pasar lo de siempre, cada vez que iba a verle, era como si fuera la primera vez...siempre con la incertidumbre de qué pasará....
Llego a la cafetería y allí estaba Él, sentado en una mesa, mai se acercó le dió u beso en la mejilla y pidió permiso para sentarse, siéntate puta, le dijo Él, ella se sentó a su lado , estuvieron hablando un largo rato, ella cada vez notaba como se iba humedeciendo más y más al estar ante Él....
Estas cachonda puta, le preguntó, si mi Señor, lo estoy, cachonda por y para Usted, así me gusta zorra, le dijo Él, se te nota en los pezones y seguro que andas chorreando toda la silla,-comento, mai se sonrojo y soltó una risilla flojilla, sobraban las palabras su Señor la conocía más que ella misma.
Pusieron en el bar música, y el la mando bailar, baila como tu sabes mai, ella ni corta ni perezosa, vio una columna y se puesto a bailar, a insinuarse a su Señor y Él la miraba con una sonrisa en la cara, estaba orgulloso de su perra, de su comportamiento, de como poco a poco iba avanzando de su mano y ella mas cachonda se ponía, la gente miraba, pero a ella le daba igual, a ella solo le importaba su Señor, el verle la sonrisa que tenía reflejada en la cara.
Acabo la música y Él la dijo, anda vamos a casa, cogieron las cosas y se dirigieron a casa de Él, cuando llegaron ella se quedo como tenía que quedarse en casa, desnuda, era como así le gustaba a su Señor, se sentó a sus pies, en el suelo, donde era su sitio y noto como se seguía humedeciendo, estaba cachonda, muy cachonda, una sonrisa se reflejaba en su cara.
Ella lo sentía, estaba feliz, sabia lo que era, de quién era.....y eso le hacia estar así...
De repente se oyó una voz, ponte de pie puta, mai sin decir nada, se puso de pie, ella sabía como le gustaba a su Señor, se apoyo en la pared.
Él la tapo los ojos, relájate, le susurró, ya sabes que no va a pasarte nada, si mi Señor lo sé.. dijo ella. Después le puso las manos en la espalda, sujetas con las esposas, así ella no las podría mover, él sabía que ponerle más sujeción no hacia falta, tenía la seguridad de que no se movería....
Pasaron unos minutos que a mei le parecieron horas, ella no sabía lo que pasaba, Él estaba vislumbrando a su perra indefensa, de ella salía una sonrisilla nerviosa.....inquietada por lo que fuera a pasar.
mai notó un pinchazo en su pezón, agujas..., pensó, relájate se dijo a si misma, los pinchazos, las sensaciones iban sucediéndose paulatinamente, mai notaba como las lágrimas iban brotando de sus ojos, pequeños gemidos salían de su boca, pero ella se sentía bien, no se sentía nadie, se sentía entregada, se sentía la perra que era.....
Acto seguido su Señor le puso las últimas agujas, eran las que atravesarían su pezón, primero uno, luego otro... de la boca de mai salió un gemido, convirtiéndose en un grito...
Él la quito el antifaz, mírate, le susurró, ella al ver sus tetas, sus pezones, el bonito dibujo que hacían las agujas en ellas, notó como sus lágrimas volvían a brotar de sus ojos. como se inundaban, no se lo podía creer, pero si, ella lo había superado, su Señor poco a poco, se las fue quitando, cuando hubo acabado le abrazó, estoy orgulloso le susurro Él, y entre lágrimas ella poco a poco fue volviendo a la realidad de la que por unos momentos se había olvidado.
¿Estas contenta puta?¿eres feliz? si mucho...contesto mai, se volvió a colocar en su sitio, a los pies de su Señor, a los pies de quién le dejaba ser ella misma, y ella seguiría para adelante.
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